El Hércules C-130 B de la I Brigada Aérea voló por última vez desde Palomar hasta la Base Aérea de Morón. Su estructura será expuesta en el Museo Nacional de Aeronáutica
En horas del mediodía del miércoles 14 de septiembre, la plataforma de la Base Aérea de Morón se colmó de espectadores para recibir a un símbolo de la Fuerza Aérea Argentina. Al arribar, el Hércules C-130 B se ubicó frente a ellos y como a una verdadera estrella de cine, la gente lo recibió con cámara en mano y un cerrado aplauso.
Los titulares de la I Brigada Aérea, comodoro Mario Aubone, de la Base Aérea Morón, comodoro Juan José Janer, y del Museo Nacional de Aeronáutica (MNA), comodoro Néstor Padilla, encabezaron el recibimiento.
Situado frente al MNA, donde permanecerá para ser expuesto al público, el protagonista generó en los presentes sentimientos encontrados y a más de uno hizo derramar una lágrima. Es que a partir de ahora el avión -que llegó desde Estados Unidos a principios de la década del ‘90 como una versión anterior a los incorporados en 1968- fue desprogramado de sus funciones tras cumplir un ciclo de vida al servicio de la Institución.
“Es una aeronave que se encuentra en muy buenas condiciones para seguir volando pero lamentablemente ya tiene que dejar de volar porque alcanzó 22.000 horas de vuelo. Como piloto y titular de la I Brigada, me produce un sentimiento de mucha nostalgia porque es uno de los mejores que ha estado volando”, sostuvo el comodoro Aubone durante una charla con Noticias en Vuelo.
Entrando ahora en una segunda etapa, la de la desprogramación, se van a recuperar algunas piezas con vida útil que servirán de repuesto para aviones que todavía están en servicio en la Brigada.
Por otro lado, y con la misma sensación, el comodoro Janer expresó que la baja de esta aeronave le generó una mezcla de sentimientos: “Por un lado, la alegría de poder preservar un avión histórico, en un lugar tan prestigioso como es el museo y por el otro, la tristeza de perder una máquina tan noble que ha prestado servicios tan importantes en la Fuerza Aérea. Me produce alegría y tristeza”.
En esta oportunidad, la tripulación a cargo del Mayor Daniel Máspero, estuvo integrada por los 1° tenientes Exequiel Torrero y Leandro Cecotti, el suboficial principal Raúl Vicente; los suboficiales auxiliares Esteban Luna y Jorge Jiménez y el cabo principal Diego Bogué.
“Son muchas las vivencias y satisfacciones vividas durante todo este tiempo. Realmente es un gran avión, que permite hacer muchas tareas operativas, desde un vuelo logístico antártico hasta un reabastecimiento en vuelo de combustible a un avión de combate”, explicó el mayor Máspero, jefe del Escuadrón I C-130 Hércules y piloto de la aeronave desde el año 2000.
Tras acumular 2.500 horas de vuelo y tripular el avión por última vez, el oficial asegura que van a seguir trabajando con el mismo ímpetu y que “es un orgullo para nuestro Escuadrón estar representado en la ‘galería del recuerdo’, donde se encuentran todos los aviones que ha tenido la Fuerza Aérea Argentina”.
Nostálgico y con los ojos húmedos, el suboficial principal Raúl Vicente, auxiliar de carga del Hércules, expresó que “he tenido el honor de volar este sistema de armas desde 1991. Tuve la suerte de brindar ayuda humanitaria en los países hermanos de Venezuela y Perú y aunque me perdí fechas importantes con mi familia, pasé los mejores momentos en este avión”. Y continúa: “Es muy triste para un tripulante tener que dejar un avión en el museo, pero a la vez me siento orgulloso de haber estado durante el último vuelo del TC -60”.
De manera simbólica, la puerta del Hércules C-130 B se cerró para siempre. Los presentes repitieron los aplausos y se fotografiaron con la imponente aeronave de fondo. Comienza otra etapa. Perdurarán los recuerdos.
43 AÑOS DE UNA LEYENDA
El Hércules C-130 es el avión de carga más versátil en su clase. Encomendado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1951, es utilizado en todo el mundo y se ha convertido en un emblema de la aviación actual.
Avión de transporte pesado cuatrimotor turbohélice, posee múltiples capacidades para realizar todo tipo de tareas y puede operar en pistas cortas no preparadas despegando y aterrizando en distancias también cortas.
Con cuatro motores Allison de 4.900 HP, está preparado para trasladar 20.000 Kg. de carga, 92 pasajeros, 64 paracaidistas o 74 camillas de acuerdo a la configuración que se adopte. Su peso vacío es de 37.000 Kg. y su peso máximo de operación con máxima carga y combustible es de 80.000 Kg.).
Algunas de las tareas principales que desarrolla son: transporte de personal y carga; lanzamiento de paracaidistas; lanzamiento de carga pesada y contenedores; reabastecimiento en vuelo a aviones de combate; evacuación aeromédica; operación logística antártica durante todo el año; traslado de ayuda humanitaria y búsqueda y salvamento.
La legendaria aeronave, que este año conmemora el 43º Aniversario de su incorporación a la Fuerza Aérea Argentina y tiene en su haber más de 125.000 horas de vuelo, ha realizado hasta el momento destacadas operaciones como:
• Participación en el conflicto de Malvinas
• Participación en la Guerra del Golfo Pérsico
• Primer vuelo transpolar uniendo nuestro territorio con el continente australiano.
• Traslado de ayuda humanitaria a distintos lugares del país y del mundo.
• Operación permanente en el Continente Antártico desde 1969.
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