Charito Germanó fue declarada ciudadana ilustre de Mar del Plata. La Fuerza Aérea Argentina le entregó el brevet de Aviadora Militar.Marie Rosaire Janfreu, conocida como “Charito Germanó”, fue declarada “Ciudadana ilustre” de la ciudad de Mar del Plata por su destacada pasión por la aviación deportiva.La distinción fue otorgada por el Concejo Deliberante de esa ciudad y la ceremonia se realizó el martes 11 de agosto, sumándose a los festejos por el 97° Aniversario de la creación de la Fuerza Aérea Argentina. El vocero del bloque de la UCR, Maximiliano Abad, afirmó que: “Teniendo en cuenta su destacado aporte a la aviación deportiva de nuestro país, es necesario brindarle el reconocimiento y el respeto que su trayectoria y ejemplo de vida merecen”.
Cuando era muy pequeña, su padre el capitán George Janfreu, cayó abatido sobre los cielos de Francia, cuando la Segunda Guerra Mundial se desplegaba sobre Europa. Al poco tiempo, al perder también a su madre, una Orden de Monjas Francesas se hizo cargo de ella y la trasladó a la Argentina, donde le cambiaron el nombre por el de Amparo Maneiro Segado. A los 15 años, Charito escribió un poema donde manifestaba su deseo de volar y de seguir los pasos de su padre. Las monjas lo interpretaron y contrataron a quien luego sería su esposo, Santiago Germanó, el mejor piloto argentino de la época. En su haber cuenta con más de siete mil horas de vuelo y con innumerables récords y triunfos deportivos. Uno de ellos se produjo en 1951 cuando realizó 963 rizos consecutivos –en una hora, 50 minutos-, superando a su propio maestro, quien había logrado 960. Por esta hazaña, Charito ostenta hoy un récord vigente que ningún aviador ha superado hasta nuestros días. Al mando de un Focke Wulff FW 44, construido íntegramente en nuestro país y bajo licencia alemana, participó además en el Campeonato Mundial de Acrobacia Aérea realizado en la ciudad de Coventry, Inglaterra.
Por primera vez, la joven aviadora ganó un campeonato internacional, venciendo, entre otros, a un experimentado piloto norteamericano, Franck Price, veterano aviador de la Segunda Guerra Mundial. En ese momento, la perfección de sus maniobras y el hecho de que una mujer lograra un título reservado sólo para hombres, hicieron que su fama se disparara por todo el mundo. Fue recibida por Reyes, Presidentes y Embajadores y hasta una famosa marca de cosméticos etiquetó un perfume con su nombre. Además, fue reconocida como miembro de la Asociación Internacional de Mujeres Aviadoras, con sede en Estados Unidos y compuesta por un selecto grupo de 99 integrantes.
Al lado de su esposo, Charito no sólo aprendió a volar sino también aprendió que volar era libertad, que esa libertad era amor y que el amor superaría toda la angustia y el dolor pasados. Por los logros obtenidos y por la valentía demostrada durante su carrera, representantes de la Base Aérea Militar Mar del Plata de la Fuerza Aérea Argentina le otorgaron a Charito el brevet de “Aviadora Militar”. Su pasión por la aviación quedó plasmada en una emotiva frase: “Para que podamos seguir volando, sólo tenemos que revisar nuestro espíritu y nuestra voluntad. Si ellos están listos, seguramente habrá un avión esperándonos en una pista cercana.”
SED DE CIELOS Y DISTANCIAS
Una sed insaciable
de cielos y distancias
me ilumina el espíritu
en esta tarde azul.
Con incienso de rosas
y cálices de lirios
que engalanan la senda
de un sueño en el espacio
y hundiéndome en ella
en la paz del delirio
quisiera yo elevarme,
perderme en el poniente…
traspasar el horizonte
y embriagarme de sol
no reconocer vallas,
no reconocer límites…
y en mi afán de distancias
aproximarme a Dios.
Poema escrito por Charito Germanó cuando tenía 15 años.
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