Nos invade un profundo dolor. Para que se entienda bien: el mismo y profundo dolor que castiga a todos aquellos que pierden a un ser querido, a un entrañable amigo, a alguien de una especial calidad humana. No hay otra congoja más honda.
Amante y difusor de la aeronáutica.
Ayer domingo 6 de Septiembre, y como desenlace de una dolencia que lo mantuvo internado estos dos últimos meses en la Capital Federal, falleció el Dr. Luis Félix Etchevehere, el director de EL DIARIO de Paraná.
La consternación se extiende al amplio mundo periodístico que él recorrió infatigablemente a través de sus cargos en organizaciones provinciales, nacionales e internacionales: llámeselas ADDE, Adepa y SIP. Oriundo de Paraná, donde nació el 6 de julio de 1934, ocupó la Dirección del matutino más importate de la provincia en 1982, sucediendo en tales funciones a su padre, el Dr. Arturo J. Etchevehere, hijo a su vez del Dr. Luis L. Etchevehere, fundador y primer director de EL DIARIO y también gobernador de la provincia de Entre Ríos entre 1931 y 1935. El Dr. Luis F. Etchevehere continuó con firmeza e inocultable pasión la trayectoria transitada por esta periódico desde sus tiempos fundacionales. Fue un leal militante de los principios rectores que guiaron a esta publicación por senderos no siempre despejados. Su templanza y su espíritu abierto permitieron, sin embargo, allanar en todo momento las dificultades y los riesgos propios de este oficio, al que sirvió sin desmayos y con claridad conceptual. De ello son testigos quienes lo conocieron, quienes supieron de su labor y dedicación, de su empeño puesto al servicio de las causas nobles y de las iniciativas destinadas a enriquecer el bien común. La consecuente legión de lectores pudo advertir claramente esa generosa contribución, canalizada en las páginas de EL DIARIO a lo largo de los años, y también ratificada mediante su disposición para una constante atención personal de las inquietudes ciudadanas de variado tenor. Abogado, recibido en 1961 en la Universidad Nacional del Litoral, el Dr. Luis F. Etchevehere realizó en ese año y el siguiente una gira de diez meses de duración por países europeos, interesándose en las realidades socio-políticas del Viejo Mundo, lo que haría, asimismo, posteriormente, en países del continente americano, incluido Estados Unidos.En 1973 fue fundador y primer presidente de la Asociación de Diarios Entrerrianos (ADDE), función que desempeñó nuevamente en 1975. Tras integrar varios años la junta ejecutiva de la agencia informativa Noticias Argentinas, en 1982 fue elegido para la presidencia de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), cargo que ocupó en siete oportunidades. Fue, asimismo, consejero administrativo de la Cooperativa de Provisión de la Prensa Argentina Ltda. durante varios períodos. En el orden internacional pasó a formar parte, como miembro activo, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en la que fue vicepresidente —por la Argentina— de la Comisión de Libertad de Prensa e Información. Fue miembro, también, de la Comisión de Chapultepec, organismo este que se encarga de todos los temas relacionados con la libertad de prensa en América, y en el que llegó a ejercer su vicepresidencia. Además de las funciones ya consignadas, la Comisión de Postulaciones de la misma SIP lo nominó como candidato a la Junta de Directores de la entidad en la asamblea realizada en Vancouver, Canadá, en 1986, resultando elegido en Santiago de Chile en 1987. Dos años antes realizó un viaje de estudio e información por Alemania Occidental, especialmente invitado por el gobierno federal, haciendo lo propio en Japón y China en 1986. Fue miembro, además, de la Asociación Mundial de Periódicos —WAN—, institución que congrega a más de 15.000 publicaciones en todo el mundo. Entre otras distinciones recibidas a lo largo de su densa y ejemplar trayectoria, vale destacar el Premio de Comunicación Internacional, otorgado en octubre de 1997 por el Gobierno de la República de China en Taiwan. EL DIARIO ha sido así parte activa de los máximos organismos que incluso a nivel mundial se ocupan de los delicados temas inherentes a la libre expresión. Es dable subrayar de tal modo la trascendencia y predicamento alcanzados por EL DIARIO en el concierto de las instituciones más prestigiosas del área del periodismo independiente. Cabe mencionar igualmente que el Dr. Etchevehere fue designado, asimismo, Académico Correspondiente en la provincia de Entre Ríos por la Academia Nacional de Periodismo, y es de recordar, a su turno, como otra de las facetas que hacen a su perfil personal, que el Dr. Etchevehere —que cubrió las funciones de Cónsul de Francia en Entre Ríos—, fue en su juventud un activo deportista, vocación que lo llevó principalmente a la práctica del rugby y el remo de carrera. También fue un entusiasta aficionado y propulsor de la aviación, en la que obtuvo su brevet de piloto profesional; además ejerció funciones directivas, ocupando la presidencia del Aero Club Ciudad de Paraná. Todas esas actividades le granjearon amistades que evocaba con particular satisfacción. Algunos de quienes compartieron aquellos desvelos buscaban a menudo su compañía para rememorar viejos tiempos. Los veíamos acercarse a suCasa en busca del amigo, de Zahorí , simplemente, para estrecharse luego en un fuerte y sincero abrazo. El Dr. Etchevehere fue también productor agropecuario —siempre atento a las innovaciones tecnológicas, que iba incorporando incesantemente en sus explotaciones— y era socio de la firma consignataria Etchevehere Rural S.R. L. Estaba casado con Leonor Barbero Marcial, abogada, editorialista de EL DIARIO, y con quien tuvo cuatro hijos: Luis Miguel, Arturo Sebastián, Dolores y Juan Diego, fuertemente vinculados todos a la actividad periodística, y algunos de ellos simultáneamente relacionados con el quehacer agrario. Elisa, Inés, Julia, Luis Francisco, Manuel, Lorenzo, Alexina, Justa, Félix, Germana, Margarita, Segundo, Victorino, Azucena, Pedro Francisco y Salvador María son sus nietos. En ellos habrá de perdurar por siempre también la imagen cálida del abuelo afectuoso — “tata”, como lo llamaban cariñosamente— ” conmovido por las travesuras infantiles, deslumbrado por el despertar adolescente, apegado a esa nueva generación que acaso le devolvía algo así como en risueñas y gratas postales un pasado cuyo recuerdo lo atrapaba.
Vaya desde AeroMundo nuestro más sentido pésame a la familia Etchevehere y también extensivo a la familia de EL DIARIO. No solo se fue Zahorí, se fue un AMIGO, aquel que dio mucho de si para el crecimiento institucional del Aero Club Ciudad de Paraná. Seguramente hoy ya estará junto a grandes amigo, entre ellos "El Finu" y juntos charlaran de aquellos tiempos de oro de la actividad aeronáutica en la provincia como lo hacían cada vez que se encontraba. Hoy solo "Vuelan más alto"
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