
Fue bajo su tutela que el organismo comenzó a delinear su perfil institucional, iniciando un camino de luces y sombras, que por fortuna, hoy vemos despejarse bajo el sol de la histórica Base Aérea de Morón, sede del primer Aeropuerto Internacional del país, donde se erige para solaz de todos quienes llevan en su sangre, amor por la historia de las Alas de la Patria.
En los grandes espacios del Museo, aviones, antiguos equipos, radios y armas de todo tipo conviven en plena armonía, mientras que cientos de maquetas expresan el culto que profesamos los hombres del aire por las máquinas en que nuestros antecesores vivieron la epopeya de conquistar los cielos de la República Argentina.

El 13 de julio de 1951, ante la necesidad de preservar los bienes materiales que integraban el acervo histórico institucional, se creó el Museo Aeronáutico que sólo se habilitó el 13 de enero de 1960 en las precarias instalaciones levantadas en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires.
En la víspera del 43 aniversario de la trágica desaparición del Teniente don Benjamín Matienzo, en su tentativa por cruzar los Andes en avión-29 de mayo de 1919-, se lleva a cabo la inauguración oficial del Museo Nacional de Aeronáutica, cuyas instalaciones se han levantado en jurisdicción del aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, con frente a la avenida Costanera Norte. Se hicieron presentes altas autoridades del gobierno, militares, eclesiásticas, titular de Aerolíneas Argentinas y agregados militares extranjeros. También, gran número de precursores, y escolares de escuelas primarias. Tras la ejecución del Himno Nacional, el cardenal primado de la Argentina procedió a la bendición de las instalaciones del Museo, y una escuadrilla de caza-interceptores Gloster Meteor de la Fuerza Aérea sobrevoló el escenario de la ceremonia. Seguidamente el director del Museo Nacional de Aeronáutica, brigadier (RE) Edmundo Hugo Civatti Bernasconi, dio lectura al discurso inaugural.

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