La aerolínea de bandera, que junto con su asociada Austral controla el 80 por ciento de los vuelos domésticos argentinos, arrastra una enorme deuda y múltiples quejas de los usuarios por demoras y cancelaciones de vuelos.
"Estuvimos analizando con los directivos de Embraer la posibilidad de adquisición de aviones para Aerolíneas Argentinas y Austral," expresó el ministro de Planificación, Julio De Vido, a Télam, la agencia oficial de noticias argentina.
La compañía podría pasar a manos del Estado argentino en los próximos días, ya que
De Vido, que viajó a Brasilia por reuniones de trabajo con funcionarios brasileños, no brindó más datos sobre la posible compra de aeronaves. El Gobierno argentino había acordado en julio la compra de la compañía, que cuenta con cerca de 9.000 empleados y tiene una deuda aproximada de 900 millones de dólares, al grupo español Marsans.
Pero ese acuerdo fue puesto en duda por el proyecto de ley aprobado por los diputados, que el oficialismo se vio obligado a modificar para contar con el respaldo que necesitaba de varios legisladores de la oposición. Entre otros aspectos a destacar, el proyecto plantea que Aerolíneas Argentinas -una firma estatal hasta la década de 1990- no volverá a ser privatizada.
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