La mencionada aeronave, junto a la
totalidad de la tripulación que la compone, prestó auxilio con su labor a los
habitantes del país hermano, buscando paliar las graves secuelas que dejara el
alud que afectó a la República de Perú; cumpliendo una misión ordenada por el
Ministerio de Defensa de la Nación, que había dispuesto el envío de un avión de
transporte con suministros de ayuda humanitaria.
La operación consistió en el envío de una carga compuesta por 4.000
frazadas y 40 cajas de pastillas potabilizadoras, con capacidad para realizar
el tratamiento de más de 8 millones de litros. Asimismo, la aeronave se
convirtió, gracias a su labor en la zona, en uno de los pilares del puente
aéreo que se estableció para conectar las zonas afectadas.
El Hércules TC-64 unió diversas
ciudades de Perú, volando desde Lima hasta Chiclayo, para trasladar alimentos a
las poblaciones afectadas y evacuar a los damnificados por el alud.
También llegó a la ciudad de
Trujillano, transportando carpas sanitarias, pastillas potabilizadoras y
frazadas, regresando a Lima con más evacuados.
La aeronave argentina, operó junto a
otros aviones de la región e integró el puente
aéreo que se implementó
para evacuaciones sanitarias y
traslado de ayuda humanitaria; como parte del Sistema 
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